viernes, 25 de abril de 2014

La Salida



La oposición se vuelve a equivocar, solo que esta vez no se equivocó en bloque si no que lo hizo fraccionada, el ala aparentemente más radical se lanzó a la Aventura de una “Salida” que por ningún lado puede considerarse constitucional, exhibiendo con ella las escondidas divisiones del bloque opositor.

No quería escribir sobre este tema hasta ver cuál era el desenlace de este nuevo capítulo de la lerda oposición venezolana pero creo que ya es hora ya que aparentemente el gobierno lo volvió a hacer y gana en estrategia.

Los resultados de “La Salida” son irrefutables , además de haber mostrado las profundas divisiones de la MUD, logro ilusionar a un grupo de sus seguidores que deben volver a poner sus decepcionados pies en la tierra y conseguir fórmulas como lidiar con lo que ellos consideran un régimen dictatorial y sin una verdadera salida de él, por otra parte el oficialismo se mostró solido en el respaldo a Maduro se unifico más y el gobierno gano respaldo y tiempo en un momento en que su popularidad iba en franco descenso, además descarta por ahora una clara posibilidad de aspirar a una victoria en un eventual referéndum revocatorio.


En conclusión “La Salida” represento un golpe para la oposición y una bombona de oxígeno para el gobierno, lo que convierte a Leopoldo Lopez en el principal aliado de Maduro, si al Potro Alvarez le dieron un ministerio por apoyar la campaña presidencial a Leopoldo deberían darle la Vice-presidencia.

domingo, 9 de marzo de 2014

Las guarimbas y el barranco, por Luis Vicente León

Existe una preocupación genuina, en algunos políticos, analistas y personas ponderadas de la propia oposición, con respecto a la parte violenta de las protestas contra el gobierno que están teniendo lugar en varias partes del país. Y tal preocupación radica en que es imposible generalizar toda esa protesta marcándola con la etiqueta golpista. Puede que al principio hubiera algunas chispas encendidas por los grupos más radicales, pero ahora hay una parte de la población que, producto de una espontaneidad que ha sido generada por el desespero, no encuentra otro medio para manifestarse y siente que no es posible quedarse callado ante los atropellos y el deterioro de su calidad de vida. Es una expresión social que debe ser leída con mucho cuidado.



Es imposible generalizar la protesta nacional (incluso la que ha derivado en actos de violencia) como producto de un plan de desestabilización al gobierno o un intento de golpe de Estado. Dejando de lado por un momento el pragmatismo, es perfectamente comprensible el sentimiento de la gente que se desespera genuinamente ante lo que vivimos. ¿Cómo no sentirlo? Incluso quienes rechazamos las guarimbas o las acciones duras sentimos también la frustración y la rabia ante un modelo político y económico primitivo que nos aleja cada vez más del desarrollo y deteriora evidentemente nuestras vidas.

Esas personas quieren canalizar su energía en la búsqueda de una solución, pero no han encontrado nada ni a nadie que se las ofrezca de manera racional y estructurada. Y entonces explotan. Pero lo hacen sin tener ni un plan, ni un objetivo concreto ni una articulación formal. Y eso se traduce en una especie de estallido de acciones y emociones incontroladas.

Y no es su culpa no saber cómo expresarse eficientemente.

La culpa, o al menos buena parte de ella, es de un liderazgo perdido, dividido, desarticulado y pobre que no es capaz de conducirla ni de conectarla por rutas creativas, articuladas y más sofisticadas que tirar piedras o quemar basura en una calle que, además, es su propia calle y no la del destinatario de su protesta.

Y el peligro que se corre es que la canalización anárquica de esa energía no va sino hacia otra gran frustración, que ya se vivió en 2002 y que podría costar años superar.

Esta protesta de guarimbas no tiene quién la dirija y se concentra en atacar a los propios, en tu propia calle o urbanización, sin avanzar hacia quienes realmente rechazan ni convocan a quienes necesitan que se integren para convertirse en mayoría. Una guarimba no va para ninguna parte, excepto a destruir lo que no se debe destruir y a darle excusas al adversario para maquillar y esconder el fondo de los problemas. Problemas que siguen ahí, independientemente de que las formas no sean las correctas.

Y acá es necesario hacer una acotación: no estoy cuestionando el fondo que produce estas protestas ni el derecho a explotar cuando el desespero es lo que queda, ni si es verdad o no que habrá quienes se sientan mejor después de hacerlo, como quien grita de rabia para liberar tensión. El asunto es que mientras están haciendo la guarimba, la confianza de la gente en la capacidad para sustituir lo malo que tenemos y corregirlo se fulmina.

Dicho de una manera más llana: una guarimba asusta a quienes deberías estar enamorando.
Si lo vemos numéricamente, que es la forma más concreta que tengo para verlo, las encuestas muestran que una población que mayoritariamente estaba de acuerdo con la idea de protestar y el derecho a que la gente lo hiciera cada vez que lo necesitara, ahora perciben la acción de calle como una protesta sifrina, concentrada en las urbanizaciones de clase media alta y rica, que además no conectan con la población más pobre, aunque ésta debería ser la más deseosa de cambio.

Las guarimbas maquillan y eclipsan el fondo de la protesta, tanto que las mayorías no logran reconocerlo ni identificarse con ellas. Pero mucho más interesante es este segundo resultado: la mayoría de las personas rechaza las protestas como si quemar un caucho o retar a la guardia antimotines multiplicara por cero las razones de la protesta y la lucha para lograr que el gobierno atienda la demanda de la sociedad, esa demanda que quienes rechazan la guarimba también tienen. Y esta misma mayoría cree que se desbordaron sin orientación ni sentido, las perciben violentas y culpan a una oposición que, por cierto, aunque no asume ni la dirección ni la responsabilidad de las guarimbas, es la que tendrá que asumir los costos políticos en cuanto a la pérdida de soporte a esa propuesta.

El tercero de los resultados que es necesario contemplar es que Nicolás Maduro sigue manteniendo a la mitad de la población conectada con el chavismo, mientras que la oposición queda totalmente fraccionada en una batalla interna brutal por controlar la nada.

Es obvio que las circunstancias dividen a la oposición entre quienes creen que ésta debe ser una lucha por articular la mayoría y presionar al gobierno a que responda las demandas de la gente, camino hacia procesos electorales futuros que lleguen con una oposición en mejores condiciones de defender, como sea, sus derechos; y quienes sienten que esto no da más, que esperar es imposible y que vale la pena hacer lo que sea para que el gobierno se caiga ya, como si deseos preñaran. Y ahora aparece una pugna entre dos partes irreconciliables a la que hay que sumar la lucha de egos de los líderes que ven en esta batalla la oportunidad (o el riesgo) de tener o perder el liderazgo de su grupo.

Esto evidentemente no funciona. No me refiero a ser radical —una opción que yo, personalmente, rechazo como vía, pero entiendo que siempre es una alternativa en la lucha política—, sino a serlo de manera incompleta, anárquica y con líderes que convocan y luego evaden.

Es interesante pensar en políticos como Rómulo Betancourt, por poner un ejemplo individual, o los comunistas de la época de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, por poner un ejemplo colectivo.

Ellos no se hacían pasar por inocentes a la hora de pedirle al pueblo que se rebelara contra el régimen establecido y sus argumentos para no estar presos no eran que ellos no convocaban la violencia y la rebelión.

Creo que las guarimbas no componen la vía de protesta. Para mí son un gran error. Pero los líderes que las promueven o quienes creen en ellas tienen que dar la cara y asumirlas plenamente. Deben estar al frente de lo que creen, defendiéndolo y asumiendo todos los costos y beneficios de la acción.
Por ahora, el resultado no es más que la destrucción de sus propias zonas, una desconexión de los proyectos políticos viables y de los sectores populares. Incluso, cuando algunas manifestaciones tienen lugar en un barrio, las fotografías se muestran durante todo el día en las redes sociales, como si se tratara de la demostración de una masificación de la violencia. No se dan cuenta que el hecho que cualquiera pueda decir de memoria el nombre de los barrios puntuales en donde ha ocurrido una protesta sonora es una clara demostración de que lo han hecho muy pocos.

En resumen: se desconectan de los más pobres, se dividen los liderazgos y se raya la protesta de la mayoría opositora. Todo esto sin ningún beneficio palpable.

Lamento no tener un “To do list” que proponga qué hay que hacer como sustitución de la guarimba. Eso es algo de lo que debe encargarse el liderazgo opositor. Pero lo que sí es innegable es que la acción, justa y sentida, de algunos guarimberos (distintos a los golpistas, que también los hay) sólo empeora lo que todos queremos resolver.

Nada puede ser exitoso sin planificación, sin objetivos concretos y sin liderazgos claros.
De mantenerse esa vía, sólo veremos más frustración del lado opositor. Eso sí: con más basura en la calle de la que algunos se sentirán orgullosos de haber tirado, pero que todos tendremos que limpiar en silencio.

Nada de esto que digo descalifica la idea de protestar y de exigir. Pero el país opositor tiene que articularse en una lucha pacífica, ésa que vuelve loco al otro y no a ti mismo. Ésa que significa acompañar a la gente en su drama diario y demuestra que hay otra forma de gobernar y vivir.

La protesta es la vía, pero la guarimba… es el barranco.

sábado, 15 de febrero de 2014

Infiltrados en la Marcha


El supuesto policía infiltrado en la marchas de la oposición el 12 de febrero apareció nuevamente al día siguiente en Altamira incitando a los manifestantes a hacer lo que les dé la gana violentamente.
Lo que fue mostrado por los medios de la oposición como una prueba irrefutable de infiltrados provocadores de la violencia en la marcha pacífica queda expuesto como un provocador pero del mismo lado de la oposicion al presentarse al día siguiente en otra protesta.







jueves, 13 de febrero de 2014

El "Valiente Estudiante"

Un valiente o tonto estudiante salto el cerco policial en medio de los disturbios que estudiantes opositores crearon frente a la fiscalía, el video capta el momento exacto del acto y como minutos después es entregado sano y salvo a su mama que tuvo que venir a rescatarlo, solo se quejó de las apretadas esposas.

Impresionantes imágenes y video de otro nuevo error de la oposición venezolana.




lunes, 3 de febrero de 2014

Una frágil oposición evidencia más que nunca las fracturas



Henrique Capriles dice “No voy a acompañar atajos, ni caminos que nos lleven a callejones sin salida” con lo cual confirma que está planteado por parte de algún sector de la MUD una salida de este tipo, “Nosotros no estamos aquí para contribuir a un caos, estamos para sacar al país de la crisis en la que nos ha sumergido el Gobierno” palbras emitidas como algún tipo de respuesta a Maria Corina Machado y Leopoldo Lopez quienes movilizaron a un minúsculo grupo de radicales a una plaza en Caracas.


El llamado de Leopoldo López y María Corina Machado de salir a la calle a protestar por los problemas del país se materializó ayer con 50 asambleas populares que se realizaron en varias ciudades. La de Caracas contó con la presencia de los dos dirigentes y del alcalde Antonio Ledezma, quien solicitó que la iniciativa continúe sin poner en riesgo la unidad de la oposición. “Dividirnos sería suicida” sin embargo atacan a Capriles indirectamente.

El exalcalde de Chacao, que fuera jefe de campaña de Capriles en las presidenciales de 2012, se quiere convertir en la alternativa a su antiguo compañero, una historia política de amores y odios desde su origen.


Hay una tendencia en la oposición en  querer hacer ver a Capriles como débil por acercarse al gobierno y aunque no lo declaran así, no es se debe ser un genio para leerlo entre líneas.
La diputada María Corina Machado, coordinadora del Movimiento Vente Venezuela, afirmo  que el país “no puede esperar más” lo que evidencia el plan al cual Capriles se refiere cuando dice que “No voy a acompañar atajos”


En Carabobo, Nueva Esparta y Caracas se registraron irregularidades. En Valencia, manifestantes decidieron llevar la protesta a la autopista del Este, por lo que funcionarios de la Guardia Nacional y la Policía de Carabobo los dispersaron con perdigones y bombas lacrimógenas. En Margarita, otros manifestantes se movilizaron al hotel Venetur para protestar la presencia del equipo de béisbol de Cuba, y el Gobierno los acusó de querer sabotear la  Serie del Caribe. En Caracas, la avenida Francisco de Miranda fue trancada a la altura de Altamira por pocos minutos por cuatro gatos, literalmente que no fue cubierto ni por el Nacional, ni la Paitlla ni ningun medio superescualo.

martes, 28 de enero de 2014

Leopoldo Lopez y María Corina Machado convocan a la calle por una "Salida"


Los reconocidos dirigentes políticos de oposición Leopoldo López y María Corina Machado crean una nueva dupla opositora y llamaron a los venezolanos a "elevar el espíritu de lucha" y a sumarse a actividades de calle en rechazo al Gobierno Nacional y su política. "No van a someter nuestra rebeldía de querer cambiar a este gobierno", sentenció. El 2 de febrero se llevará a cabo una jornada nacional de asambleas de calle, informaron.

La grafica que se publicó en la mayoría de los medios impresos cortaba el mensaje que estaba en el podio desde donde hablaron las dos lumbreras opositoras ya que incita a salir a la calle por una “Salida” aquí verán la gráfica completa.

El coordinador político de Voluntad Popular, Leopoldo López, hizo un llamado "a movilizar al pais y salir a las calles", esto en respuesta a los recientes anuncios en materia económica que ofreció el Ministro Rafael Ramírez, este miércoles.

lunes, 23 de diciembre de 2013

Alza de gasolina en Venezuela es inadmisible para la oposición


El reconocimiento del Gobierno del presidente Nicolás Maduro de que discute la posibilidad de alzar el precio de la gasolina más barata del mundo es un asunto sencillamente "inadmisible" para parte de la oposición del país, pero impostergable para analistas y catedráticos.

Subir el precio de un litro que ahora equivale a un centavo de dólar "es algo evidente que debió hacerse hace mucho tiempo", porque ese precio es "un absurdo elevado al extremo", dijo Pedro Palma, economista profesor del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA).

Al margen de consideraciones de cualquier otro tipo y solo teniendo en cuenta que "no tiene sentido seguir regalando" el combustible, se trata solo de establecer cuánto cuesta producir y distribuir el producto y fijar "un precio racional", sintetizó.

El Gobierno ya sacó las cuentas y el ministro de Petróleo, Rafael Ramírez, dijo ayer que la mejor gasolina del mercado, de 95 octanos, "se vende a 9 céntimos de bolívar" (un dólar cuesta 6,3 bolívares, según la tasa oficial), cuando el costo de producción es 28 veces mayor.

Ramírez reconoció que la discusión apunta a tratar de evitar más pérdidas.

El subsidio estatal para que el litro de gasolina se venda a un centavo de dólar supera los 12.500 millones de dólares anuales, lo que alienta el derroche y el contrabando, que llega a 100.000 de los 700.000 barriles diarios destinados al consumo interno.

En Venezuela no se paga por la gasolina sino que la estatal "PDVSA paga para que la gente eche gasolina", alertó Ramírez.

Para el antecesor de Ramírez al frente de PDVSA y actual titular de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Alí Rodríguez, un precio justo al menos debe garantizar la recuperación de la inversión que se hace para llevar el producto a las gasolineras.

Por ello, "es falso", subrayó, que un ajuste tenga característica de "paquetazo neoliberal" como lo apunta la oposición al Gobierno, que además ha anunciado que antes de tomar una decisión al respecto desarrollará un amplio diálogo nacional.

"¡Cómo que no! ¡esto sí es un paquetazo cubano, es el regalo navideño de Nicolás!", dijo María Corina Machado, la principal cara femenina de la oposición al presidente venezolano.

Además del alza del precio de los combustibles, el Gobierno de Nicolás Maduro va por una maxidevaluación de la moneda nacional y también por un alza de las tarifas eléctricas, aseguró la opositora independiente.

"Con qué moral aumenta un céntimo la gasolina de los venezolanos un Gobierno que se la regala al régimen cubano", dijo Machado y aseguró que la isla recibe 115.000 barriles diarios, "lo que supera el consumo cubano" que gracias a Venezuela "ahora exporta gasolina".

Machado se refirió al envío de petróleo a Cuba por parte de Venezuela que recibe a cambio servicios médicos, educativos y deportivos por parte de los más de 45.000 técnicos que la isla tiene en la nación suramericana.

En los mismo términos se pronunció el presidente del partido opositor democristiano de Venezuela, Roberto Enríquez, quien dijo que justifica un alza de precios sólo si el Gobierno ofrece como alternativa la gasificación efectiva de todo el país.

El Gobierno gasta "más de 1.500 millones de dólares solo en hacer nuevas redes de gasoductos", dijo recientemente Ramírez.

Tal y como el Gobierno plantea el asunto, sin una sustitución de gasolina por gas, evidencia que "está sacando de sus cuarteles de invierno a los mariscales del neoliberalismo más rancio y salvaje", añadió Enríquez, y advirtió del riesgo de una convulsión social.

El politólogo Nícmer Evans, director de la empresa Visor 360º Consultores, cree que "desde el punto de vista de la psicología social y política" el alza del precio de la gasolina como elemento detonante de una crisis social "ya fue superado por la historia".

En 1989 se produjo el llamado Caracazo, una revuelta social que causó un número aún indeterminado de muertos y que obligó a la anulación de un alza del precio de la gasolina decretado por el Gobierno del entonces presidente Carlos Andrés Pérez.

Para Evans no es posible que se dé un escenario similar, mientras que para Enríquez "hay que tener cualidades de vidente para descartarlo del todo".